Taladrar sobre una zona reparada con mortero de reparación expansivo y un puente de adherencia, como en tu caso, puede representar un riesgo si no se toman precauciones, ya que el comportamiento del material reparado puede diferir del concreto original. A continuación, algunos factores a considerar:
1. Resistencia del Mortero Reparado:
El mortero de reparación expansivo tiene una alta resistencia a la compresión, pero puede comportarse de manera diferente al concreto original en términos de durabilidad y capacidad para soportar cargas de perforación.
Si se utilizó un mortero de alta calidad, como mencionas, es probable que el área tenga una buena resistencia, pero no será exactamente igual que el concreto circundante. En áreas reparadas, el mortero tiende a ser más frágil ante la vibración y la expansión que provoca un nuevo taladro, lo que podría generar desprendimientos o grietas.
2. Adherencia entre el Mortero y el Concreto:
El puente de adherencia (Sikadur 32) mejorará la unión entre el mortero y el concreto, pero no garantiza que la zona sea tan resistente como el concreto original ante una nueva perforación.
Si la unión no es perfecta o hay alguna discontinuidad en la reparación, taladrar puede debilitar el área reparada y causar desmoronamientos o fracturas.
3. Ubicación de los Agujeros Previos:
El hecho de que no puedas ver dónde estaban los agujeros previos aumenta el riesgo. Taladrar cerca de una reparación puede provocar que el mortero se desprenda o incluso que el nuevo agujero interfiera con el material reparado, debilitando aún más el área.
4. Riesgo de Daño a las Armaduras:
Si las zonas reparadas coinciden con áreas cercanas a la armadura del techo, taladrar en esa zona podría afectar la estructura de refuerzo del concreto. Dado que el techo fue pintado, localizar con precisión las áreas reparadas es difícil, lo que incrementa el riesgo de perforar cerca de una armadura.
5. Detección de Zonas Reparadas:
Una solución para reducir el riesgo es utilizar un detector de metales o un scanner de concreto para identificar las áreas reparadas (el mortero de reparación puede tener una densidad diferente al concreto original). Estos dispositivos también pueden ayudar a detectar la presencia de armaduras o cables en el techo.
6. Consejos para Taladrar:
Evita taladrar en la misma zona donde se hicieron las reparaciones. Si es inevitable, intenta hacerlo a una distancia prudente de los antiguos agujeros para no debilitar el área reparada.
Si decides taladrar cerca de la zona reparada, hazlo con cuidado y usando brocas específicas para concreto para reducir la vibración y evitar fracturas en el mortero reparado.
Conclusión:
Si el mortero expansivo se aplicó correctamente y se logró una buena adherencia, taladrar en una zona cercana podría ser posible, pero no es recomendable hacerlo en las áreas exactas de reparación sin un estudio adicional. Dado que no puedes identificar visualmente dónde están los agujeros previos, sería muy útil usar un scanner de concreto para evitar taladrar sobre las áreas reparadas.
Soy especialista gas natural para mi hogar | Ingeniero en la UAM
1. Resistencia del Mortero Reparado:
El mortero de reparación expansivo tiene una alta resistencia a la compresión, pero puede comportarse de manera diferente al concreto original en términos de durabilidad y capacidad para soportar cargas de perforación.
Si se utilizó un mortero de alta calidad, como mencionas, es probable que el área tenga una buena resistencia, pero no será exactamente igual que el concreto circundante. En áreas reparadas, el mortero tiende a ser más frágil ante la vibración y la expansión que provoca un nuevo taladro, lo que podría generar desprendimientos o grietas.
2. Adherencia entre el Mortero y el Concreto:
El puente de adherencia (Sikadur 32) mejorará la unión entre el mortero y el concreto, pero no garantiza que la zona sea tan resistente como el concreto original ante una nueva perforación.
Si la unión no es perfecta o hay alguna discontinuidad en la reparación, taladrar puede debilitar el área reparada y causar desmoronamientos o fracturas.
3. Ubicación de los Agujeros Previos:
El hecho de que no puedas ver dónde estaban los agujeros previos aumenta el riesgo. Taladrar cerca de una reparación puede provocar que el mortero se desprenda o incluso que el nuevo agujero interfiera con el material reparado, debilitando aún más el área.
4. Riesgo de Daño a las Armaduras:
Si las zonas reparadas coinciden con áreas cercanas a la armadura del techo, taladrar en esa zona podría afectar la estructura de refuerzo del concreto. Dado que el techo fue pintado, localizar con precisión las áreas reparadas es difícil, lo que incrementa el riesgo de perforar cerca de una armadura.
5. Detección de Zonas Reparadas:
Una solución para reducir el riesgo es utilizar un detector de metales o un scanner de concreto para identificar las áreas reparadas (el mortero de reparación puede tener una densidad diferente al concreto original). Estos dispositivos también pueden ayudar a detectar la presencia de armaduras o cables en el techo.
6. Consejos para Taladrar:
Evita taladrar en la misma zona donde se hicieron las reparaciones. Si es inevitable, intenta hacerlo a una distancia prudente de los antiguos agujeros para no debilitar el área reparada.
Si decides taladrar cerca de la zona reparada, hazlo con cuidado y usando brocas específicas para concreto para reducir la vibración y evitar fracturas en el mortero reparado.
Conclusión:
Si el mortero expansivo se aplicó correctamente y se logró una buena adherencia, taladrar en una zona cercana podría ser posible, pero no es recomendable hacerlo en las áreas exactas de reparación sin un estudio adicional. Dado que no puedes identificar visualmente dónde están los agujeros previos, sería muy útil usar un scanner de concreto para evitar taladrar sobre las áreas reparadas.
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Estadísticas: Publicado por hernanfranco — Mar Sep 10, 2024 6:43 pm